viernes, 6 de marzo de 2020
6 de marzo - A la vista - Ray Stedman
Fíjese el lector lo bien colocadas
que están las “obras” en el lugar donde deben estar. Usted no puede
obtener nada de Dios esforzándose por lograrlo. Usted no merece jamás otra
cosa que no sea ser juzgado por la mano de Dios. Si Él nos diese lo que nos
merecemos, acabaríamos todos en el infierno. No, nosotros recibimos Su
gracia, Su misericordia y Su amor. Pero estos dan como resultado las buenas
obras; eso es el propósito. Han sido diseñados para producir buenas obras, y
es una manifestación maravillosa de la habilidad de Dios.
La palabra hechura es
en realidad la palabra poema. “Nosotros somos Su poema”. Tal vez
la mejor manera de expresarlo sería diciendo: “Nosotros somos Su obra
maestra”. Dios está preparando y obrando en nosotros para que seamos una gran
exhibición de Su sabiduría, de Su poder, de Su amor, de Su vida, de Su
carácter, de Su paz, de Su gozo. Él nos está enseñando, nos está capacitando,
nos está alentando, aplicando la pintura en los lugares apropiados,
produciendo una maravillosa obra de arte para poder exhibirla. Esto debe dar
como resultado las buenas obras: la amabilidad, el amor, la misericordia, la
compasión, la ayuda mutua y el suplir las necesidades mutuas.
Pablo dice que Dios ha preparado
estas obras de antemano. Yo experimenté una ilustración interesante al
respecto. Uno de nuestros pastores internos viajó conmigo en avión a
Albuquerque. Al ir a aterrizar el avión decidimos orar juntos. Yo no le había
mencionado para nada este pasaje, pero me sentí impresionado por su manera de
orar. Él dijo: “Padre, te doy gracias por las buenas obras que tienes ya
preparadas para nosotros, esperándonos en Albuquerque para que las podamos
aprovechar y para que las podamos experimentar”. Y así fue: al llegar a
Albuquerque comenzaron a manifestarse.
Había allí un misionero de la
región del Amazonas en América del Sur que se sentía desanimado y
profundamente turbado, hasta el punto de estar dispuesto a abandonar el
ministerio. Por medio del ministerio que tuvimos allí empezó a animarse de
verdad y comenzó a ver de nuevo lo que podía hacer Dios. Vino a hablar con
nosotros con su semblante iluminado y nos dijo: ―Voy a volver a mi actividad
completamente revolucionado en lo que se refiere a mi enfoque, ya que ahora
he aprendido cómo Dios obra.
Había un pastor joven que se estaba
enfrentando con discordias en su iglesia y quería que alguien le aconsejase
sobre cómo resolverlas. Dios hizo posible que las Escrituras se refiriesen a
esa situación, dándole sabiduría y dirección para enfrentarse con el
problema. Todas estas buenas obras habían sido preparadas de antemano y lo
único que nosotros tuvimos que hacer fue aprovecharlas.
¿Tiene usted alguna idea sobre
cuántas buenas obras tiene Dios preparadas para usted? Están esperando que
usted participe en ellas al caminar en fe, dependiendo de Cristo. Las
situaciones están ahí, listas y esperando que se meta usted en ellas. Es para
ello que Dios le ha llamado a usted, y al hacerlo se convierte usted en una
manifestación viva de la grandeza y gloria de Dios.
Padre, te doy gracias porque has
preparado de antemano buenas obras para que las realice. Concédeme que pueda
descubrir estas oportunidades y aprovecharlas al máximo en el poder de Tu
Espíritu.
|
Aplicación a la vida
|
Antes de que salimos de nuestra
casa, normalmente pensamos en el aspecto que tenemos. ¿Pensamos también en el
plan que tiene Dios para nosotros hoy y cómo va a manifestarse por medio de
nosotros hoy?
|
|