domingo, 1 de marzo de 2020
1 de marzo - Saludos - Ray Stedman
Esta forma de saludo es la más
breve en las epístolas de Pablo, a pesar de lo cual incluye tres cosas
sencillas a las cuales quiero llamar la atención del lector. Para empezar,
las credenciales de Pablo: Fíjese usted cómo se describe a sí mismo:
“apóstol... por la voluntad de Dios”. Un apóstol era uno enviado con un
mensaje. Pablo se gloriaba en el hecho de ser un apóstol de Jesucristo. Y
como nos dice en su epístola a los gálatas, el Señor Jesús se le apareció de
manera directa. Pablo no aprendió lo que sabía acerca del evangelio
discutiéndolo con los otros apóstoles. La verdad que nos transmite es algo
que aprendió directamente de Jesucristo, y esa es su autoridad. Por lo tanto,
cuando lee usted a Pablo, está usted leyendo a un portavoz autorizado por el
Señor Jesucristo. Lo que dice Pablo es lo que ha oído, de manera que si no
está usted de acuerdo con Pablo, ¡no está usted tampoco de acuerdo con el
Señor!
Pablo estaba siempre asombrado por
el hecho de que era un apóstol “por la voluntad de Dios”. No tenía ninguna
otra gloria en su vida que no fuese el que Dios, gracias a la asombrosa
maravilla de Su gracia, hubiese llamado a este hombre, que había sido un perseguidor nacionalista, que había perseguido a la iglesia de
manera amarga e intensa. Lo había detenido y cambiado, y a continuación
enviado a ser apóstol a los gentiles. Fíjese el lector en el hecho de que no
se presentan otras credenciales. Él no hace referencia al hecho de que había
aprendido a los pies de Gamaliel, ni se refiere a sus antecedentes hebreos ni
a su linaje ni a lo brillante de su intelecto ni a ningún otro hecho. Se
limita a decir: “Soy un apóstol por la voluntad de Dios, y es basándome en
este hecho que escribo”.
A continuación fíjese el lector
cómo se describe a estos cristianos: “santos y fieles en Cristo Jesús”. La
palabra santo es una que a todos nos hace estremecer un
poco. No nos gusta que nos llamen santos porque tenemos una idea tan fija
respecto a lo que es una persona santa. Consideramos que estas personas no
son reales, que se consideran a sí mismas superiores a los demás, que son tan
distintas a lo que son los seres humanos corrientes. Pero los santos del
Nuevo Testamento son personas como nosotros, personas que se tienen que
enfrentar con luchas y dificultades, que tienen desasosiegos en sus hogares y
problemas en el trabajo además de toda clase de dificultades en todas partes.
Pero hay una cosa que es notable en lo que se refiere a estas personas:
que son diferentes. Este es realmente el significado básico
de la palabra santo. En el griego se deriva de la palabra que
significa santo. Y esta palabra santo quiere
decir distinto, diferente, sano, que le pertenece a Dios y, por lo tanto,
vive de una manera diferente. La santidad es el distintivo de los santos. No
significa que las personas no tengan problemas, sino que se enfrentan a ellos
de una manera diferente y tienen un estilo de vida que también es diferente.
A continuación encontramos el
saludo invariable de Pablo a estos creyentes: “Gracia y paz a vosotros de
parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo”. Las dos grandes
herencias del cristiano son la gracia y la paz. Usted puede tener siempre
gracia y paz, sean cuales sean sus circunstancias. Éstas son las dos
características que debieran ser el distintivo de los creyentes en todo
tiempo.
Padre, ayúdame a comprender estos
grandes temas que han cambiado la historia del mundo. Ayúdame por Tu gracia a
regocijarme, a saber depender de Tu provisión y a ser un instrumento sensible
en Tu mano.
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Aplicación a la vida
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Existe una gran herencia que
transforma la vida de los creyentes para los que creen en el Señor
Jesucristo. ¿Se caracterizan nuestras vidas por los dones de la gracia y la
paz de Dios?
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