jueves, 7 de marzo de 2019
7 de marzo – AMOR CELESTIAL
Hace mucho tiempo se me apareció el Señor y me dijo: «Con amor
eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad». Jeremías 31:3.
Entre el gran corazón
del cielo y este pobre palpitante corazón en la tierra se establece el amor, un
amor del tipo más querido, verdadero y fiel. De hecho, el amor de una mujer, el
amor de una madre, el amor de un cónyuge no es más que agua, pero el amor de
Dios es vino; estas con cosas terrenales pero el amor de Dios es celestial. El
amor de una madre refleja el amor de Dios, así como una gota de rocío refleja
al sol; pero así como la gota de rocío no circunda a ese orbe poderoso, ningún
amor que lata en el seno humano podrá jamás circundar, así como ninguna palabra
puede expresar la altura, la profundidad, la longitud y la anchura del amor de
Dios que es en Cristo Jesús, nuestro Señor. «Te he amado». Acércate entonces,
cristiano. Tu Padre, aquel que ayer te castigó, te ama; aquel de quien tan a
menudo te olvidas, y a quien ofendes constantemente, aún te ama. Tú sabes lo
que es amar. Traduce al amor que sientes por tu amigo más querido, míralo y di:
«Dios me ama de manera todavía mejor». Él llevó tus pecados, tus penas, tu
muerte, tu tumba, para que tú pudieras recibir el perdón, ser aceptado y
recibir el favor divino y así vivir y ser bendecido para siempre.
A través de la Biblia en un año: Juan
5-6