martes, 26 de febrero de 2019
26 de febrero – EL PECADO DE LA IGNORANCIA
¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra? Viviendo conforme
a tu palabra. Yo te busco con todo el corazón; no dejes que me desvíe de tus
mandamientos. Salmos 119:9-10.
Una y otra vez te hemos
hablado de la preciosa sangre de Cristo que limpia de todo pecado y de las
bendiciones que Jesús te trae cuando se convierte en tu Salvador. Pero también
estamos obligados a recordarles a todos ustedes, que profesan haber creído en
él y haberse convertido en sus discípulos, que no solo deben tenerlo como su
Maestro y Señor sino que deben hacer cualquier cosa que él les ordene. La fe
debe obedecer a la voluntad del Salvador así como confiar en su gracia. Desde
el momento en que nos convertimos en cristianos, salvados por Cristo, nos
convertimos en sus siervos para obedecer todos sus mandamientos. Por lo tanto,
nos corresponde escudriñar las Escrituras para conocer cuál es la voluntad de
nuestro Maestro. Ahí él la ha escrito en letras claras y es un acto de
desobediencia descuidar esta búsqueda. Al rehusarnos conocer cuál es la
voluntad del Señor, el pecado de ignorancia se vuelve voluntarioso porque no
usamos los medios mediante los cuales pudiéramos recibir instrucción. Cada
siervo de Cristo está obligado a saber lo que tiene que hacer y entonces,
cuando lo sepa, debe hacerlo de una vez. El primer negocio del hombre cristiano
es conocer la voluntad de Cristo y el segundo, hacerla. Una vez aprendido esto,
esa voluntad es la ley suprema del cristiano no importa lo que parezca
oponérsele.
A través de la Biblia en un año: Lucas
23-24