miércoles, 31 de julio de 2019
31 de julio – ¿MECÁNICO?
Hazme justicia, Señor, pues he llevado una vida intachable; ¡en
el Señor confío sin titubear! Examíname, Señor; ¡ponme a prueba! Purifica mis
entrañas y mi corazón. Tu gran amor lo tengo presente, y siempre ando en tu
verdad. Salmo 26:1-3.
Me asusta la tendencia
de hacer la obra de Dios con un espíritu mecánico y frío, pero más allá de eso,
tiemblo al pensar que pueda sentir pasión por la obra de Cristo pero permanecer
frío ante el mismo Señor. Temo que tal condición del corazón es posible, que
podemos encender un gran fuego en las calles para que el público se caliente y
tener tan solo un leño medio encendido en nuestro corazón donde Jesús pueda
calentar sus manos. Cuando nos reunimos en la iglesia, la buena compañía nos
ayuda a calentar nuestros corazones, y cuando trabajamos para el Señor con
otros, ellos nos estimulan y hacen posible que renovemos toda nuestra energía y
fuerza, y entonces pensamos: «De seguro mi corazón tiene una posición saludable
ante Dios». Pero, amados, dicha emoción puede ser un pobre indicio de nuestro
estado real. Amo ese fuego apacible, santo, que crece en lo más íntimo de mi
cuarto cuando estoy solo, y ese es el punto que más me concierne, tanto por mí
como por ti, no sea que estemos haciendo la obra de Cristo sin Cristo, al tener
mucho que hacer pero sin pensar mucho en él;
ocupados en el mucho servicio pero olvidados de él. ¿Por qué? Porque muy pronto
eso nos conducirá a hacer un Cristo de nuestro propio servicio, un anticristo
de nuestra propia labor. Ama tu trabajo, pero ama más a tu Maestro; ama tu
rebaño, pero aun más ama al Gran Pastor, y permanece cerca de él, porque no
hacerlo será una señal de infidelidad.
A través de la Biblia en un año: Job9-12
martes, 30 de julio de 2019
30 de julio – PELIGRO
Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como
quien da golpes al aire. Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que,
después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado. 1 Corintios 9:26-27.
Siento que es mi
responsabilidad ir, domingo tras domingo, y todos los días de la semana a
decirte cosas muy preciosas acerca de Cristo, y a veces yo mismo las disfruto.
Incluso si nadie más es bendecido por ellas, yo lo soy, y voy a casa y alabo al
Señor por eso. Pero mi diario temor es que enseñe los textos y predique cosas
buenas a otros y, sin embargo, mi propio corazón no se beneficie. Mi oración es
que el Señor Jesús me muestre donde él alimenta a su pueblo y me deje
alimentarme con él, de modo que yo pueda conducirte a los pastos donde él está
y estar yo mismo allí, al mismo tiempo que te traigo a ti. A ustedes, maestros
de la Escuela Dominical, evangelistas y otros, queridos, amados colegas, por
quienes agradezco a Dios siempre, creo que el punto principal por el cual
tienen que velar es no perder su propia espiritualidad mientras tratan de hacer
a otros espirituales. Acudan al Bienamado y pídanle que les deje alimentar su
rebaño donde él alimenta a su pueblo, y que les permita sentarse a sus pies así
como María, incluso cuando están trabajando en la casa, como Marta. No hagas
menos, más bien haz más, pero pide hacerlo en tal comunión con él que tu
trabajo se mezcle con el suyo, y que lo que hagas no sea más que él trabajando
por medio de ti, y tu regocijo sea derramar sobre otros lo que él ha derramado
sobre tu propia alma.
A través de la Biblia en un año: Job5-8
29 de julio – DESTINO Y ELECCIÓN
En amor nos
predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según
el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos
concedió en su Amado. Efesios 1:4-6.
Está claro que la voluntad divina se cumplirá y, a
la vez, los hombres tienen libre albedrío. «No entiendo eso», dice alguien. Mi
querido amigo, yo debo decir lo mismo: tampoco lo entiendo. He conocido a
muchos que pensaban que lo entendían todo, pero creo que tenían una opinión de
sí mismos más elevada de lo que la verdad aconsejaba. Algunos de mis hermanos
niegan el libre albedrío y así terminan con el asunto; otros afirman que no hay
predestinación y resuelven el problema. Ya que yo no deseo terminar con el
problema y no deseo obviar alguna parte de la verdad creo que ambos, la
predestinación y el libre albedrío, son hechos. Cómo pueden ellos concordar, no
lo sé ni me interesa, estoy satisfecho con saber lo que Dios ha escogido
revelarme y, de la misma forma, contento con lo que no me revela. Ahí va: el
hombre tiene libre albedrío en lo que hace, es responsable de sus acciones, y
culpable cuando hace lo malo; también será castigado con justicia y si se pierde,
la culpa será solo de él. Pero hay Uno que rige sobre todo y que, sin hacerse
cómplice del pecado, hace posible que incluso las acciones de los hombres
malvados sirvan a sus propósitos justos y santos. Cree estas dos verdades y
verás cómo concuerdan en la vida diaria, aunque no seas capaz de diseñar una
teoría en un papel para mostrar cómo armonizan.
domingo, 28 de julio de 2019
28 de julio – LA PROVIDENCIA DIVINA
Todo tiene
su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo.
Eclesiastés 3:1.
Ahora bien, hermanos, todas las fuerzas del mal
luchan contra la causa de Dios y contra la verdad y me atrevo a decir que eso
está ocurriendo en este momento, porque ni el diablo ni sus demonios ni los
ateos permanecen quietos, pero de esto estamos seguros: el Señor lo sabe, y
tiene listos a su Ester y a su Mardoqueo para frustrar sus designios.
Cada hijo de Dios está donde él lo ha colocado con
algún propósito y la aplicación práctica de este primer punto es guiarte a buscar
el propósito por el que Dios te ha colocado donde estás ahora. Habías deseado
otra posición donde pudieras hacer algo por Jesús: no desees nada de esto, sino
sírvele donde estás. Si estás sentado a las puertas del palacio del rey, hay
algo que debes hacer ahí, si ocupas el trono de la reina, hay algo para que
hagas allí; no busques ser el portero o la reina, sirve a Dios desde donde
estés.
Ester lo hizo bien porque actuó según le
correspondía y Mardoqueo también lo hizo bien porque actuó según su condición.
Me gusta pensar, mientras los observo, que a cada uno de ustedes Dios los
colocó en el lugar correcto, así como un buen capitán organiza su ejército, y a
pesar de que no conocemos el plan de batalla, durante el conflicto veremos que
él ha colocado a cada soldado en el lugar donde debía estar. Entonces, no
olvides el hecho de que Dios en su providencia coloca a sus siervos en
posiciones donde los pueda utilizar.
27 de julio – PÍDELE Y CUÉNTALE
No me
escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para
que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que
le pidan en mi nombre. Juan 15:16.
Si no vienes a Jesús y le cuentas todo lo que hay en
tu corazón, perderás su consejo y ayuda, y el consuelo que estos producen. Me
imagino que ninguno de nosotros sabe lo que ha perdido en el camino, y que
mucho menos podemos calcular los bienes espirituales que pudiéramos haber
tenido y que hemos perdido. Hay muchos hijos de Dios que pudieran estar
enriquecidos con bendiciones y, sin embargo, permanecen tan pobres como el
mendigo Lázaro. Solo tienen migajas de consuelo y están llenos de dudas y
temores cuando podían sentirse seguros desde hace mucho tiempo. Hay muchos
herederos del cielo que están viviendo nada más de la cáscara del alimento del
evangelio cuando podían estar participando de los manjares de los que habla
Moisés: «con natas y leche de la manada y del rebaño, y con cebados corderos y
cabritos; con toros selectos de Basán y las mejores espigas del trigo»
(Deuteronomio 32:14). Amados, con mucha frecuencia no tienen porque no piden, o
porque no creen, o porque no confían en Jesús y no le cuentan. ¡Cuán fuerte
pudiera ser el débil si acudiera a Jesús con más frecuencia! ¡Cuán rica pudiera
ser el alma pobre si tomara en todo tiempo del inagotable tesoro de Cristo! Si
fuéramos y habláramos con Jesús y le contáramos todo lo que está en nuestro
corazón, ¿no estaríamos viviendo en los suburbios del cielo, cerca de las
puertas de perlas?
viernes, 26 de julio de 2019
26 de julio – DEJA QUE DIOS TE GUÍE
Los gabaonitas, al darse cuenta de cómo Josué había tratado a
las ciudades de Jericó y de Hai, maquinaron un plan. Enviaron unos mensajeros,
cuyos asnos llevaban costales viejos y odres para el vino, rotos y remendados.
Josué 9:3-4.
Pienso que nuestras
pruebas provienen, con frecuencia, por asuntos que no hemos llevado ante el
Señor e incluso más, estoy seguro que cometemos los mayores errores en aquellos
asuntos que consideramos más simples y que no llevamos al Señor, que en los que
sí llevamos a él. Los gabaonitas engañaron a los hombres de Israel porque
llevaban costales viejos y odres rotos y remendados, y los israelitas dijeron:
«Está claro que estos hombres tienen que haber venido desde muy lejos para
tener sus cosas así», de modo que hicieron un pacto con ellos sin buscar la
voluntad del Señor. De no haberles parecido todo tan claro, habrían ido al
Señor en busca de dirección, y él los habría guiado de forma correcta. Te
equivocas cuando piensas que puedes ver tu camino, pero cuando no puedes ver tu
camino y confías en que Dios te guiará por una senda que no conoces, irás bien.
Estoy persuadido de que el asunto más simple y trivial que no llevamos a Cristo
se convertirá en un problema, mientras que el más intrincado laberinto, bajo la
dirección de Jesucristo, será un camino seguro para los pies de todos los que confían
en la sabiduría infalible de su Señor y Salvador.
A través de la Biblia en un año: Ester
4-7
25 de julio – ¿PUEDE DIOS OLVIDAR?
Antes de recibir esa circuncisión, ustedes estaban muertos en
sus pecados. Sin embargo, Dios nos dio vida en unión con Cristo, al perdonarnos
todos los pecados y anular la deuda que teníamos pendiente por los requisitos
de la ley. Él anuló esa deuda que nos era adversa, clavándola en la cruz.
Colosenses 2:13-14.
¿Cómo es que Dios no
puede ver ningún pecado en los creyentes, si él ve todas las cosas? Esto es un
dilema que muchos no comprenden. Dios está en todas partes y todas las cosas
están ante sus ojos que todo lo ven, sin embargo, dice: «En aquellos días se
buscará la iniquidad de Israel, pero ya no se encontrará. En aquel tiempo se
buscarán los pecados de Judá, pero ya no se hallarán» (Jeremías 50:20). Me
arriesgo a decir que ni siquiera Dios puede ver lo que ya no existe, ni
siquiera sus ojos pueden ver algo que no está y eso es lo que sucede con el
pecado de aquellos que han creído en Jesús: ha dejado de ser. Dios mismo ha
declarado: «No me acordaré más de su pecado». Pero, ¿puede Dios olvidar? Por
supuesto que sí, pues dice que lo hará. Daniel recibió la descripción de la
obra del Mesías con estas memorables palabras: «poner fin a sus transgresiones
y pecados, brindar perdón por su maldad, establecer para siempre la justicia»
(Daniel 9:24). Bueno, entonces hay un final para el pecado, según
esta otra declaración divina, llena de gracia: «He disipado tus transgresiones
como el rocío, y tus pecados como la bruma de la mañana» (Isaías 44:22). Así
que se han ido, han dejado de ser, Cristo los ha cancelado y, por tanto, Dios
ya no los ve. ¡Qué gran esplendor el del perdón que Dios ha otorgado a los
creyentes, al barrer todos sus pecados para siempre!
A través de la Biblia en un año: Ester
1-3
miércoles, 24 de julio de 2019
24 de julio – LA FE QUE SALVA
Sin embargo, alguien dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras».
Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras.
¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y
tiemblan. Santiago 2:18-19.
Si yo digo que creo en
Dios pero continúo viviendo en pecado de una manera voluntaria y consciente,
entonces mi fe es inferior a la de los demonios, porque ellos «creen, y
tiemblan». Hay algunos hombres que profesan creer en Dios pero no tiemblan ante
él sino que se comportan de forma indebida y presuntuosa. Ese no es el tipo de
fe que salva el alma. La fe que salva es la que produce buenas obras, la que
lleva al arrepentimiento o la que viene acompañada de esas buenas obras y la
que conduce al amor a Dios, a la santidad y a un deseo de ser hechos como el
Salvador. Las buenas obras no son la raíz de la fe, pero son su fruto. Una casa
no descansa en las tejas de su techo, sin embargo, no puedes vivir en ella si
no tiene techo. Del mismo modo nuestra fe no descansa en las buenas obras pero
sería una fe pobre e inútil si no tuviera algo del fruto del Espíritu para
probar que proviene de Dios. Jesucristo nos dice cómo un hombre puede llegar a
ser santo como Dios es santo y, a pesar de eso, nunca hablar acerca de su
santidad ni soñar en confiarse de esta. Debemos vivir como si fuéramos a ser
salvos por medio de nuestras buenas obras pero sin tener confianza alguna en
ellas, sino considerarlas como como basura, para ganar a Cristo y permanecer en
él, no por nuestra propia justicia, que es la de la ley, sino por aquella que
proviene de la fe en Jesucristo, la justicia que es de Dios por fe.
A través de la Biblia en un año: Tito
1-3
martes, 23 de julio de 2019
23 de julio – ALIMÉNTATE DE LA PALABRA DE DIOS
¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día medito en ella. Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos porque me pertenecen para siempre. Tengo más discernimiento que todos mis maestros porque medito en tus estatutos. Salmos 119:97-99.
Nada puede nutrir mejor el alma del creyente que el alimentarse de la Palabra y digerirla por medio de la meditación frecuente en ella. No es de extrañarse que algunos crezcan tan poco si meditan tan poco. Debemos tomar la verdad y repasarla una y otra vez en las partes más recónditas de nuestro espíritu y así sacaremos de ella la esencia divina que nos alimenta. Para ti, ¿no es la meditación tu tierra de Gosén? Si los hombres una vez dijeron: «Hay grano en la tierra de Egipto», ¿por qué no pueden siempre decir que lo mejor del trigo se encuentra en la oración secreta? La devoción privada es una tierra que fluye leche y miel, un paraíso que tiene toda clase de frutas, una casa de banquetes con vinos a elección. ¿Dónde podemos alimentarnos y descansar en verdes pastos de una forma tan dulce como lo hacemos cuando meditamos en la Palabra? La meditación destila la quintaesencia de las Escrituras y llena nuestra boca de una dulzura que excede la de la miel virgen que destila el panal. Tus tiempos de retiro y de oración deben ser tus pasatiempos reales o, al menos, tiempos de renovación en los que, al igual que los cosecheros al mediodía, te sientes con Booz y comas de la provisión generosa de tu Maestro.
A través de la Biblia en un año: Nehemías 11-13
FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.22 de julio – LA VIDA DE GOZO
En resumidas cuentas, ¿cuál es nuestra esperanza, alegría o
motivo de orgullo delante de nuestro Señor Jesús para cuando él venga? ¿Quién
más sino ustedes? Sí, ustedes son nuestro orgullo y alegría. 1 Tesalonicenses 2:19-20.
Los que confían en Dios
y lo siguen tienen otra gran recompensa, la bendición de hacer el bien. ¿Puede
alguna otra cosa hacernos más felices? Este gozo es un diamante de la mejor
calidad. Iguala, si puedes, el gozo que produce ayudar al huérfano o la viuda.
¡Busca algo que produzca tanto gozo como el salvar un alma de la muerte y
cubrir multitud de pecados! Valdría la pena tener fe en Dios, incluso si
viviéramos aquí para siempre, si nuestra vida estuviera dedicada a hacer el
bien al pobre y al necesitado, y a rescatar a los equivocados y a los caídos.
Si deseas probar el gozo más puro que fluye de las fuentes del paraíso, prueba
la bendición inagotable de salvar un alma perdida. Cuando la fe en Dios te
enseña a negarte a ti mismo y vivir por completo para glorificar a Dios y
beneficiar a tus semejantes, te colocas en el camino del Señor y de sus
ángeles, y al seguirlo, reinarás en él.
Pienso, hermanos, que
nuestra suerte es mucho mejor que la del más rico emperador, si este no conoce
al Salvador. ¡Ay, pobres reyes, pobres príncipes, pobres nobles, pobres ricos
que no conocen a Cristo! ¡Pero dichosos los pobres que lo conocen! ¡Felices los
esclavos que lo aman! ¡Felices los hombres y mujeres moribundos que se
regocijan en él! Ellos tienen un gozo perpetuo y un continuo placer porque Dios
es el todo de su vida.
A través de la Biblia en un año: Nehemías
8-10
domingo, 21 de julio de 2019
21 de julio – LA MAYOR RECOMPENSA
El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de
arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto
con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así
estaremos con el Señor para siempre. Por lo tanto, anímense unos a otros con
estas palabras. 1 Tesalonicenses 4:16-18.
¿Cuál es la mayor
recompensa de aquellos que se refugian bajo las alas de Dios? Yo respondo que
obtendremos la mayor recompensa el día que dejemos estos cuerpos de carne y
hueso, para que duerman en Jesús, mientras que nuestro espíritu deje el cuerpo
para estar presente ante el Señor. En este estado incorpóreo disfrutaremos una
perfecta armonía de espíritu, pero recibiremos una recompensa aún mayor cuando
el Señor venga por segunda vez y nuestros cuerpos se levanten de entre los
muertos para formar parte del glorioso reino del Rey que ha descendido.
Entonces, en nuestra humanidad perfecta, veremos el rostro de aquel que amamos
y seremos como él. Entonces vendrá la adopción, cuando nuestro cuerpo será redimido
para estar en cuerpo, alma y espíritu, la trinidad en unidad, para siempre con
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, nuestro Dios trino. Esta bendición
inimaginable es la plena recompensa por confiar bajo las alas de Jehová.
A través de la Biblia en un año: Nehemías
4-7
sábado, 20 de julio de 2019
20 de julio – INTERÉSATE EN LOS NUEVOS CONVERTIDOS
Los fuertes en la fe debemos apoyar a los débiles, en vez de
hacer lo que nos agrada. Cada uno debe agradar al prójimo para su bien, con el
fin de edificarlo. Romanos 15:1-2.
A ustedes que han sido
creyentes en Cristo Jesús durante mucho tiempo, que tienen mucha experiencia,
que conocen el amor y la fidelidad de nuestro Dios de los pactos y que son
fuertes en el Señor y en el poder de su fuerza, quiero pedirles que busquen a
los nuevos convertidos y les hablen palabras buenas y adecuadas, que puedan
animarlos y fortalecerlos. ¿Por qué somos tan reticentes cuando una palabra
pudiera hacer que nuestro hermano más débil se regocijara? Por lo tanto, les
ruego a todos ustedes, a los que Dios ha bendecido en gran manera, que velen
por aquellos que tienen un bajo nivel en las cosas espirituales y traten de
alegrarlos y animarlos. Mientras lo hacen, Dios, en cambio, los bendecirá, pero
si descuidan ese hermoso deber, pudiera suceder que ustedes mismos lleguen a
sentirse desesperados y necesiten un amigo que los anime.
Con toda certeza
veríamos un crecimiento más rápido en la gracia entre los nuevos convertidos si
los cuidáramos y los alimentáramos mejor. Algunos de nosotros les debemos mucho
a los cristianos más viejos y experimentados que conocimos en nuestros
comienzos. Yo soy un ejemplo. Busquemos que se diga de nosotros, cuando también
envejezcamos, que ayudamos a aquellos que eran niños cuando nosotros éramos
jóvenes a convertirse en personas útiles en sus años maduros.
A través de la Biblia en un año: Nehemías
1-3
viernes, 19 de julio de 2019
19 de julio – LA IGLESIA IMPERFECTA
Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados, y lleven una
vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y
sacrificio fragante para Dios. Efesios 5:1-2.
He escuchado personas
que encuentran faltas en los miembros de las iglesias y dicen que no pueden
reunirse con ellos, porque son de un tipo inferior. Bueno, yo conozco muchos
tipos diferentes de personas y, a pesar de todo, me alegro de ser parte del
pueblo de Dios, incluso en su iglesia visible, y no de cualquier otro grupo de
personas en el mundo entero. Considero que el denigrante pueblo de Dios es la
mejor compañía que haya tenido.
«Oh», dice alguien, «me
uniré a la iglesia cuando encuentre una perfecta». Entonces nunca te unirás a
ninguna. «Ah», dice, «pero quizá lo haga». Bueno, pero no seguirá siendo una
iglesia perfecta luego que te unas a ella, porque a partir del momento en que
te reciban dentro de sus miembros, dejará de serlo. Creo que si Cristo puede
amar a una iglesia, yo también puedo hacerlo; y si es una que Cristo considera
como su iglesia, puedo sentirme agradecido de ser miembro de ella. Cristo «amó
a la iglesia y se entregó por ella» (Efesios 5:25); entonces, ¿no debo yo
considerar un honor que se me permita entregarme a ella? ¡Qué vergüenza es que
algunos se unan a la iglesia pensando en lo que podrán obtener de ella! Sin
embargo, para algunas personas los panes y los peces siempre son una carnada.
A través de la Biblia en un año: 2
Timoteo 3-4
jueves, 18 de julio de 2019
18 de julio – EL VERDADERO DIOS
Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los
llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. No es que haya
otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre
ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. Gálatas 1:6-7.
Me temo que en la
actualidad nueve de cada diez personas no creen en el Dios que nos revela la
Biblia. Puedo citar ejemplos de periódicos, revistas, folletos y también de
púlpitos, en los que se manifiesta que se adora a un nuevo dios, no al Dios del
Antiguo Testamento, pues se considera demasiado severo, demasiado estricto,
demasiado rígido para nuestros maestros modernos. Se encogen ante la sola
mención del Dios de los puritanos. Si Jonathan Edwards resucitara, no lo
escucharían ni un minuto; dirían que tienen un nuevo dios que no es como el de
su tiempo. Pero, hermanos, yo creo en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob,
ese Dios es mi Dios. Sí, el Dios que en el Mar Rojo ahogó a Faraón y a sus
soldados y que mientras lo hacía, inspiró a su pueblo a cantar ¡Aleluya!; el
Dios que hizo que la tierra se abriera y se tragara a Corán, Datán, Abiram y
toda su compañía. Un Dios terrible es el Dios que yo adoro; es el Dios y el
Padre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, lleno de misericordia, gracia y
compasión, tierno y amable, pero a la vez justo y temible en su santidad, y
terrible fuera de sus lugares santos. Ese es el Dios que adoramos y todo aquel
que se acerca a él por medio de Jesucristo y confía en él como su maestro,
aprenderá bien todo lo que necesita saber.
A través de la Biblia en un año: 2
Timoteo 1-2
miércoles, 17 de julio de 2019
17 de julio – LA VIDA APARTADA
No se dejen engañar: «Las malas conversaciones corrompen las
buenas costumbres». 1 Corintios 15:33.
Puede suceder que alguno
de ustedes que profesa ser cristiano haya estado viviendo distanciado de Dios.
No has llevado una vida apartada, has tratado de ser amigo del mundo y de
Cristo a la vez, y tus hijos no están creciendo como desearías que lo hicieran.
Dices que tus hijos no han salido buenos y que tus hijas solo piensan en las
cosas superficiales y mundanas. ¿Te admiras de que esto haya sucedido? Dices:
«¡Ay!, siempre he tratado de complacerlos, pensando que al hacerlo así podía
ganarlos para Cristo». ¡Ah! Nunca ganarás un alma para el bien mediante un
compromiso con el mal. Una decisión por Cristo y su verdad es lo que tiene el
mayor poder en la familia y en el mundo también.
Nadie duda que las
malas compañías puedan hacer malo a un hombre, y del mismo modo es seguro que las
buenas compañías tienen la tendencia de inclinar a los hombres hacia aquello
que es bueno. Es algo provechoso tener a alguien a tu lado cuyo corazón esté
lleno de amor hacia Dios. Es una gran bendición tener como madre a una
verdadera santa o como hermano o hermana a alguien que teme a Dios, y es un
privilegio especial estar unido de por vida, con los más estrechos lazos, a
alguien cuyas oraciones puedan elevarse junto con las nuestras y cuyas
alabanzas también se mezclen con las nuestras. Hay algo en el compañerismo
cristiano que nos impacta hacia la dirección correcta, a menos que el corazón
esté del todo inclinado a la maldad.
A través de la Biblia en un año: Esdras
8-10
martes, 16 de julio de 2019
16 de julio – EL HOMBRE CONSAGRADO
A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan
su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos
provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos. Mándales que hagan el
bien, que sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo
que tienen. 1 Timoteo 6:17-18.
Cada hijo de Dios es un
hombre consagrado. Su consagración no se identifica con ningún símbolo externo;
no se nos ordena que nos dejemos crecer el pelo, o que nos abstengamos de
determinadas comidas o bebidas. El cristiano es un hombre consagrado, pero sus
semejantes no ven su consagración, excepto en los hechos que son el resultado
que produce.
«Sin embargo», dice
alguien, «¿podemos consagrarnos a Cristo? Yo pensaba que eso era tan solo para
los ministros». Oh, no, mis hermanos, todos los hijos de Dios deben ser hombres
consagrados. ¿A qué te dedicas? ¿Estás involucrado en el mundo de los negocios?
Si eres lo que profesas ser, tu negocio tiene que estar consagrado a Dios.
Quizá no tienes familia, estás involucrado en el comercio y cada año ahorras
una suma considerable. Pero déjame contarte el ejemplo de alguien completamente
consagrado a Dios. En Bristol vive un hombre cuyas ganancias son grandes y,
¿qué hace con ellas? Trabaja continuamente en los negocios para obtener
ganancias pero anualmente dedica todas esas ganancias a la causa del Señor,
excepto aquello que requiere para cubrir las necesidades de la vida. Hace que
sus necesidades sean tan pocas como sea posible, de modo que tenga más para
poder dar. Él es un hombre de Dios en su negocio. Hermanos, ustedes en su
negocio deben ser hombres tan consagrados a Dios como lo es el ministro en su
púlpito; pueden hacer de sus transacciones diarias un solemne servicio a Dios.
A través de la Biblia en un año: Esdras
4-7
lunes, 15 de julio de 2019
15 de julio – LA BELLEZA EN LA HUMILDAD
Refrena tu enojo, abandona la ira; no te irrites pues esto
conduce al mal. Porque los impíos serán exterminados, pero los que esperan en
el Señor heredarán la tierra. Dentro de poco los malvados dejarán de existir;
por más que los busques, no los encontrarás. Pero los desposeídos heredarán la
tierra y disfrutarán de gran bienestar. Salmos 37:8-11.
Otra belleza que Dios
otorga a los humildes es el contentamiento. Aquellos que tienen un espíritu
afable y apacible por medio de la gracia de Dios están satisfechos con lo que
tienen. Le dan gracias a Dios por lo poco; piensan como aquella mujer piadosa
que comió un pedazo de pan y bebió un poco de agua y dijo: «¡Qué! ¡Todo esto y
además, Jesucristo!» Hay un gran encanto en el contentamiento, mientras que la
envidia y la avaricia son cosas feas a los ojos de aquellos que tienen un
mínimo de percepción espiritual. Así que la humildad, al producir
contentamiento, nos embellece.
La humildad también
produce santidad y, ¿quién no ha escuchado acerca de «la belleza de la
santidad»? Cuando alguien se propone controlar su temperamento y someter su
voluntad y su mente a Jesús de la forma más dulce, la consecuencia será la
obediencia a Dios, y la vida entera se vuelve hermosa. Alabemos al Señor que
tuvo a bien poner algo de belleza en nosotros y bendigamos a Dios por la
santidad de su pueblo siempre que la veamos manifestarse. Es una lástima que
esto sea tan escaso pero, ¡qué consuelo es saber que el Señor tiene algunos
dentro de su pueblo que son de espíritu humilde y apacible, a quienes hermosea
con la salvación!
A través de la Biblia en un año: Esdras
1-3
domingo, 14 de julio de 2019
14 de julio – LA BELLEZA DE LA HUMILDAD
Dichosos los humildes, porque recibirán la tierra como herencia.
Mateo 5:5.
En las Escrituras
encontrarás que las personas más hermosas eran las humildes. Recuerdo solo tres
personas de quienes las Escrituras dicen que sus rostros resplandecieron, ¿las
recuerdas, verdad? Primero el Señor Jesucristo, cuyo rostro resplandeció tanto
cuando bajó del Monte de la Transfiguración, que las personas vinieron
corriendo hacia él. ¡Cuán humilde y sencillo de corazón fue él! Otro hombre
cuyo rostro resplandeció fue Moisés, cuando bajó del monte de la comunión con
Dios, y de quien leemos: «Moisés era muy humilde» (Números 12:3). La tercera
persona cuyo rostro resplandeció fue Esteban, cuando estuvo delante del
concilio y de la manera más humilde habló de su Señor y Maestro. Si quieres que
tu rostro resplandezca alguna vez, debes deshacerte del espíritu altanero y
orgulloso, tienes que ser humilde, ya que el resplandor de la luz divina nunca
reposará en una frente donde esté presente la ira. Sé gentil, apacible,
paciente como tu Señor y entonces él te hará hermoso. El Señor otorga gran
belleza a sus hijos que son tranquilos y sumisos. Si puedes soportar y callar,
si puedes evitar el pronunciar una palabra dura, esa misma humildad en ti se
convierte en belleza.
Además, Dios hermosea a
las personas humildes con paz. Ellas no tienen necesidad de ir y pedir perdón o
arreglar disputas porque no participan en disputas. Durante la noche no tienen
que pensar: «En realidad dijimos lo que no debimos», porque no lo dijeron. Hay
una gran belleza en la paz que produce la humildad.
A través de la Biblia en un año: 1
Timoteo 5-6
sábado, 13 de julio de 2019
13 de julio – LA COMPLACENCIA DE DIOS EN TI
El Señor se complace en los que le temen, en los que confían en
su gran amor. Salmo 147:11.
Cuando Dios se complace
en algún hombre, podemos comparar el resultado de su favor con el placer que
experimentamos con nuestros hijos. Ahora, sin extenderme demasiado en este
tema, te digo que si temes al Señor y esperas en su misericordia, Dios se
complace tanto en ti como tú lo haces con tu hijo querido, y mucho más, porque
Dios tiene una mente infinita y de ella proviene un deleite infinito, de modo
que él te ve con infinita complacencia.
¿Puedes creer esto? Tú
no te ves a ti mismo de esa manera, al menos espero que no, pero Dios te ve a
través de Jesucristo. Dios te ve como serás algún día. Ve en ti lo que te hará
crecer hasta convertirte en un ser celestial y, por lo tanto, se complace en
ti. No importa lo que otros piensen de ti. Quiero que vayas a tu casa y
pienses: «Si mi Padre celestial se complace en mí, en realidad no me interesa
si mis semejantes no me entienden o no me aprecian». Si tú y yo buscamos
complacernos con las buenas opiniones de otras personas, corremos el riesgo de
que nos hieran las malas opiniones. Vive de manera que agrades a Dios, y si no
agradas a tus semejantes, bueno, entonces no hay nada que hacer. El único
objetivo de tu vida debe ser el poder decir: «Siempre hago las cosas que son
agradables a él». Camina con Dios por fe, como lo hizo Enoc, para que puedas
tener un testimonio como el suyo: «Él agradó a Dios». Y si tú has agradado a
Dios, ¿qué importa aquel al que no has agradado?
A través de la Biblia en un año: 1
Timoteo 3-4