jueves, 8 de febrero de 2018
FEBRERO 8
“Siempre te sustentaré con
la diestra de mi justicia”. Isaías 41:10.
Es saludable
tener miedo de caer. El ser atrevido no es señal de sabiduría. Vienen tiempos
cuando sentimos que tenemos que caer a menos que tengamos un apoyo muy
especial. Aquí lo tenemos. La diestra de Dios es una cosa grande en la cual
apoyarse. Presta atención, no es sólo su mano, aunque esta guarda el cielo y la
tierra en sus puestos, sino su diestra: su poder unido con su
habilidad, su poder donde es más diestro. No, esto no es todo; está escrito: “siempre
te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Esa mano que usa para
mantener su santidad y para ejecutar sus sentencias reales, esa será extendida
para sostener a los que confían en Él. Nuestro peligro es temible, pero nuestra
seguridad es gozosa. El hombre a quien Dios sustenta, los demonios no lo pueden
derribar.
Nuestros pies
pueden ser débiles, pero la diestra de Dios es omnipotente. El camino puede ser
áspero, pero Omnipotente es nuestro sostén. Podemos adelantar confiados.
Nosotros no caemos. Apoyémonos continuamente donde se apoyan todas las cosas.
Dios no retirará su fuerza, porque su justicia está allí también: Él será fiel
a su promesa, y fiel a su Hijo, y por lo tanto fiel a nosotros.
¡Qué contentos
debiéramos estar! ¿No lo estamos?