lunes, 31 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 31
“Hasme guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria”. Salmo 73:24.
De día en día y de año en
año, mi fe confía en la sabiduría y en el amor de Dios y sé que no creeré en
vano. Ninguna buena palabra suya jamás ha faltado y estoy seguro que ninguna
caerá a tierra.
Me pongo en sus manos
para ser dirigido. No sé el camino que debo escoger: el Señor elegirá mi
heredad. Necesito consejo, porque mis deberes son complicados y mi situación
enredada. Me acerco al Señor, como el Sumo Sacerdote en otro tiempo miraba a su
Urim y Thummim. Busco el consejo de Dios infalible en preferencia a mi propio
juicio o los consejos de mis amigos. ¡Glorioso Jehová, tú me guiarás!
Pronto vendrá el fin:
unos pocos años más y tengo que partir de este mundo para ir al Padre. El Señor
estará cerca de mi cama. Me recibirá a la puerta del cielo: me dará la
bienvenida a la gloria. No seré un extranjero en el cielo: mi propio Dios y
Padre me recibirá a la felicidad eterna.
Gloria sea dada a Aquél
que me guiará aquí y me recibirá allí. Amén.
domingo, 30 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 30
“Como había amado a los suyos que estaban en el mundo, amólos hasta el
fin”. Juan 13:1.
Esta verdad es
esencialmente una promesa; porque lo que nuestro Señor era, Él es, y lo que fue
para aquellos con quienes vivió en la tierra, lo será para todos sus amados
hasta que no haya luna.
“Habiendo amado”: ¡He aquí el milagro! ¡Que Él hubiese amado a los hombres es la maravilla!
¿Qué había en sus pobres discípulos para que Él los amara? ¿Qué hay en mí?
Pero una vez que ha
comenzado a amar, es de su naturaleza continuar haciéndolo. El amor hizo de los
santos “los suyos”, ¡qué título más escogido! Él los compró con sangre
y vinieron a ser su tesoro. Siendo los suyos, Él no los perderá. Siendo sus
amados, no cesará de amarles. ¡Alma mía, nunca cesará Él de amarte!
El versículo está bien
así como está: “hasta el fin”; aun hasta su muerte reinó en su seno la pasión
dominante de amor a los suyos. También significa hasta lo sumo. No podía
amarles más: se dio a sí mismo por ellos. Algunos lo leen hasta la perfección.
Verdaderamente Él derramó sobre ellos un amor perfecto, en el cual no había ni
tacha, ni culpa, ni imprudencia, ni deslealtad, ni reserva.
Tal es el amor de Jesús a
cada uno de su pueblo. Cantemos a nuestro amado una canción.
sábado, 29 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 29
“Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo: Yo hice, yo
llevaré, yo soportaré y guardaré”. Isaías 46:4.
El año es muy viejo, y
aquí hay una promesa para nuestros amigos ancianos; sí, y para todos nosotros,
cuando la vejez se acerque. Si vivimos bastante tiempo, todos tendremos canas;
así que bien podemos gozarnos de esta promesa por la previsión de la fe.
Cuando envejezcamos
nuestro Dios será el “Yo Soy”, que permanece siempre el mismo. Las canas hablan
de nuestra decadencia, pero Él no decae. Cuando no podamos llevar una carga, y
casi no podamos sostenernos a nosotros mismos, el Señor nos llevará. De la
misma manera que nos llevó en nuestra infancia como corderos en su seno, así lo
hará en nuestros años de flaqueza.
Él nos hizo y Él nos
cuidará. Cuando seamos una carga a nuestros amigos y un peso para nosotros
mismos, el Señor no nos desamparará, sino que nos levantará y nos llevará y nos
librará más completamente que nunca. En muchos casos el Señor da a sus siervos
una tarde larga y serena. Trabajaron mucho todo el día y se cansaron en el
servicio de su Maestro, y así les dijo: “Ahora descansad en anticipación del
Sábado eterno que yo os he preparado”. No temamos la vejez. Envejezcamos
agradablemente, ya que el Señor mismo está con nosotros en plenitud de gracia.
viernes, 28 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 28
“Porque Él dijo: No te desampararé ni te dejaré”. Hebreos 13:5.
El Señor ha dicho esto
varias veces en las Escrituras. Lo ha repetido muchas veces para darnos doble
seguridad. No tengamos ni una duda. En sí la promesa es especialmente enfática.
En el griego tiene cinco negativas, cada una de las cuales excluye
definitivamente la posibilidad de que el Señor jamás desampare a uno de su
pueblo, de modo que pueda con razón sentirse dejado de su Dios. Esta Escritura
inapreciable, no nos promete inmunidad de penas, pero nos asegura contra el
abandono. Tal vez seremos llamados a pasar por caminos extraños, pero tendremos
siempre la compañía, la ayuda y la provisión de nuestro Señor. No es necesario
codiciar el dinero, porque siempre tendremos a nuestro Dios, y Dios es mejor
que el oro, y su favor mejor que una fortuna.
Ciertamente debiéramos
estar contentos con lo presente, porque el que a Dios tiene, tiene más que todo
el mundo. ¿Qué más podemos tener que el Infinito? ¿Qué más podemos desear que
la Bondad Todopoderosa?
Ven, alma mía; si Dios
dice que no te desamparará, ni te dejará, ora mucho por su gracia para que tú
nunca desampares a tu Señor, ni por un momento dejes sus caminos.
DICIEMBRE 27
“Porque los montes se moverán, y los collados temblarán; mas no se apartará
de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz vacilará, dijo Jehová, el que
tiene misericordia de ti”. Isaías 54:10.
Una de las cualidades más
deleitosas del amor divino es su carácter permanente. Las columnas de la tierra
pueden ser movidas de su sitio; pero la bondad y el pacto de nuestro
misericordioso Jehová no se apartarán de su pueblo. ¡Qué contenta está mi alma
en la firme confianza de esta declaración inspirada! El año casi se acabó y los
años de mi vida van disminuyendo, pero el tiempo no cambia a mi Señor. Nuevas
luces toman el lugar de las antiguas, un cambio perpetuo se ve en todo; pero
nuestro Señor es el mismo. La fuerza puede trastornar los montes, pero ningún
poder concebible puede afectar a Dios eterno. Nada en lo pasado, lo presente o
lo futuro puede hacer que Jehová me trate sin benevolencia.
Alma mía, repósate en la eterna
misericordia de tu Señor, que te trata como un pariente cercano.
Acuérdate también del pacto eterno. Dios siempre lo tiene
presente; mira que tú también lo tengas presente. En Cristo Jesús, el Dios
glorioso se ha comprometido para ser tu Dios y para tenerte como uno de su
pueblo. Misericordia y pacto; ocúpate de estas palabras como cosas seguras y
duraderas que la misma eternidad no te podrá quitar.
miércoles, 26 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 26
“Y respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos sean escandalizados en ti, yo
nunca seré escandalizado”. Mateo 26:33.
“Pero”, dirá uno, “esta
no es una promesa de Dios”. Precisamente, pero fue una promesa de hombre y por
lo tanto no se realizó. Pedro pensaba que decía lo que ciertamente podía llevar
a cabo; pero una promesa que no tiene mejor fundamento que la resolución
humana, caerá a tierra. Tan pronto como vino la tentación, Pedro negó a su
Maestro, y blasfemó para confirmar su negación.
¿Qué es la palabra de un
hombre? Un vaso de barro que se rompe al primer golpe. ¿Qué es tu propia
determinación? Una flor que con la ayuda de Dios, fructificará; pero dejada a
sí misma, caerá a tierra con el primer soplo de viento que mueve la rama.
No confíes en la palabra
de un hombre más de lo que pueda sostener.
No cuentes con tu propia
determinación en nada.
Cuenta con la promesa de
tu Dios para este tiempo y la eternidad, este mundo y el otro, y para todo lo
tuyo y lo de tus más queridos.
Este volumen es un libro
de cheques para creyentes, y esta página es escrita como una amonestación
acerca del banco sobre el cual van a girar una letra de cambio y qué firma aceptarán.
Cuenta con el Señor ilimitadamente. No te fíes de ti mismo ni de ninguno nacido
de mujer más allá de los límites debidos; pero confía solamente y del todo en
el Señor.
martes, 25 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 25
“Este mismo Jesús que ha sido tomado desde vosotros arriba en el cielo,
así vendrá como le habéis visto ir al cielo”. Hechos 1:11.
Hoy muchos están
celebrando la primera venida de nuestro Señor; pensemos nosotros en la promesa
de su segundo advenimiento. Este es tan seguro como la primera venida, y su
certeza procede en gran medida de ella. El que vino como un hombre humilde a
servir, ciertamente vendrá a tomar la recompensa de su servicio. El que vino a
sufrir, no tardará en venir a reinar.
Esta es nuestra esperanza
gloriosa, porque participaremos en su gozo. Hoy somos desconocidos y vivimos en
humillación, así como vivió Él cuando estuvo aquí abajo; pero cuando Él venga
será nuestra manifestación, así como será su revelación. Los santos que han
muerto vivirán a su venida. Los calumniados y despreciados resplandecerán como
el sol en el reino de su Padre. Entonces los santos aparecerán como reyes y
sacerdotes, y los días de su luto serán acabados. El largo descanso y el
esplendor incomparable del reino milenario, serán una recompensa abundante para
siglos de testimonio y pelea.
¡Oh, si viniese el Señor!
¡Él viene! Está en camino y viajando prestamente. ¡El sonido de su llegada
debiera ser como música en nuestros corazones! ¡Tocad, campanas de esperanza!
lunes, 24 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 24
“Tus enemigos te serán hallados mentirosos”. Deuteronomio 33:29 (Versión
inglesa).
Ese insigne enemigo, el
diablo, es un mentiroso desde el principio; pero es tan plausible, que creemos
en él, como le creyó nuestra madre Eva. Pero en nuestra experiencia le
encontraremos mentiroso.
Él dice que caeremos de
la gracia, deshonraremos nuestra profesión y pereceremos con el juicio de los
apóstatas; pero confiando en el Señor Jesús, proseguiremos nuestro camino y
experimentaremos que Jesús no pierde ninguno de los que el Padre le dio. Él nos
dice que nuestro pan cesará y que nosotros y nuestros hijos moriremos de
hambre; sin embargo, el que da de comer a los cuervos nunca nos ha olvidado,
sino que aderezará mesa para nosotros en presencia de nuestros angustiadores.
Él nos susurra al oído
que el Señor no nos librará de la prueba que aparece a lo lejos, y nos amenaza
con que esta prueba acabará de quebrantarnos el ánimo. ¡Qué mentiroso es!
Porque el Señor nunca nos dejará, ni nos desamparará. “¡Líbrele ahora si le
quiere!”, grita el falso enemigo mortal: pero el Señor le hará callar viniendo
a nuestro socorro.
Toma delicia en decirnos
que la muerte será demasiado para nosotros. “¿Cómo harás en la hinchazón del
Jordán?” Pero allí también experimentaremos que es un mentiroso y pasaremos por
el río cantando salmos de gloria.
domingo, 23 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 23
“Y a José dijo: Bendita de Jehová su tierra, por los regalos de los
cielos, por el rocío y por el abismo que abajo yace”. Deuteronomio 33:13.
Podemos ser ricos en las
cosas que obtuvo José y podemos poseerlas en otro sentido más alto. ¡Oh, si
tuviésemos “los regalos de los cielos”! Poder para con Dios, y la manifestación
del poder de Dios, son cosas muy preciosas. Quisiéramos gozar de la paz de
Dios, el gozo del Señor y la gloria de nuestro Dios. La bendición de las tres
divinas Personas, de amor, de gracia y de comunión la apreciamos más que el oro
más fino. Las cosas de la tierra son como nada en comparación con las cosas del
cielo.
“El rocío”. ¡Cuán precioso
es esto! ¡Cómo oramos y adoramos cuando tenemos el rocío! ¡Qué refrigerio, qué
crecimiento, qué perfume y qué vida hay en nosotros cuando el rocío está
alrededor! Como plantío, obra de la diestra del Señor, necesitamos sobre todo
el rocío de su Espíritu Santo.
“El abismo que abajo
yace”. Sin duda esto se refiere al océano invisible, debajo de tierra, que
alimenta todos los manantiales vivos que alegran la tierra. ¡Oh, la bendición
de sacar agua de las fuentes eternas! Esta es una dádiva inefable; que ningún
creyente descanse hasta que la posea. La completa suficiencia de Jehová es
nuestra para siempre. Recurramos a ella ahora.
sábado, 22 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 22
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones”. Salmo 46:1.
Un ayudador que no está
pronto cuando le necesitamos es de poco valor. El áncora dejada en casa es de
ningún valor al marinero en la hora de la tormenta; el dinero que en otro
tiempo poseyó el deudor es de ningún valor cuando una demanda judicial se ha
expedido contra él. Pocas ayudas terrestres pueden ser llamadas “prontas”;
generalmente están lejos cuando hay que buscarlas, lejos cuando se usan y
todavía más lejos una vez usadas. Pero el Señor nuestro Dios es “pronto” cuando
le buscamos, “pronto” cuando le necesitamos y “pronto” cuando hemos ya gozado
de su ayuda.
Viene a nuestro auxilio
más pronto que el amigo más cercano pueda llegar, porque está en nosotros
mismos en nuestra prueba; más presente de lo que somos a nosotros mismos,
porque algunas veces carecemos de presencia de ánimo. Él está siempre presente,
eficazmente presente, simpáticamente presente, del todo presente. Él está
presente ahora si es un tiempo sombrío; descansemos en Él. Es nuestro refugio,
escondámonos en Él; es nuestra fortaleza, revistámonos de Él. Es nuestro
amparo, apoyémonos en Él; nuestro pronto auxilio, descansemos ahora mismo en
Él. No es necesario que tengamos un momento de ansiedad ni un instante de
temor. “Jehová de los ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de
Jacob”.
viernes, 21 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 21
“Él tornará, Él tendrá misericordia de nosotros; Él sujetará nuestras
iniquidades, y echará en los profundos de la mar todos nuestros pecados”.
Miqueas 7:19.
Dios nunca deja su amor,
pero pronto deja su ira. Su amor a sus escogidos está en conformidad con su
carácter; su ira está en conformidad con su posición: ama porque es amor, se
enoja porque es necesario para nuestro bien. Él volverá al lugar donde su
corazón descansa, a saber, en su amor a los suyos, y entonces Él tendrá
compasión de nuestros dolores y les pondrá fin.
¡Qué promesa tan
excelente es esta; “Él sujetará nuestras iniquidades!” Él las vencerá. Procuran
hacernos esclavos, pero el Señor nos dará la victoria sobre ellas, por su
propia diestra. Como los cananeos, serán vencidas, puestas bajo el yugo y,
finalmente, destruidas.
¡Del mismo modo cuán
gloriosamente es quitada la culpabilidad de nuestros pecados! “Todos nuestros
pecados”, sí, todo el ejército de ellos, los “echará” (sólo un brazo
omnipotente podría hacer tal maravilla) “en los profundos de la mar”. Donde se
hundieron Faraón y sus carros. No los echará en agua poco profunda, de donde
podrían subir con la marea, sino que serán precipitados en los “profundos de la
mar”. Han desaparecido todos. Como piedra descendieron a los profundos.
¡Aleluya! ¡Aleluya!
jueves, 20 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 20
“Yo, yo soy vuestro Consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del
hombre, que es mortal, del hijo del hombre, que por heno será contado? Y haste
ya olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra; y
todo el día temiste continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía
para destruir; mas ¿en dónde está el furor del que aflige?”
Que este mismo versículo
sea la porción de hoy. No es necesario amplificarlo. Creyente atemorizado,
léelo, créelo, cómelo y reclama su cumplimiento delante del Señor. El que temes
es solamente un hombre después de todo; mientras el que promete confortarte es
Dios, tu Hacedor y el Criador del cielo y de la tierra. Consuelo infinito
sobrepuja un peligro limitado.
“¿En dónde está el furor
del que aflige?” Está en la mano del Señor. Es solamente el furor de un hombre
mortal; furor que termina tan pronto como cesa el soplo de sus narices. ¿Por
qué entonces estamos atemorizados de uno tan débil como nosotros mismos? No
deshonremos a nuestro Dios haciendo un dios del hombre débil. Podemos hacer un
ídolo de un hombre, tanto por temerle excesivamente como por darle excesivo
amor. Tratemos a los hombres como hombres y a Dios como a Dios; y entonces
seguiremos tranquilamente la senda del deber, temiendo al Señor y no temiendo a
ningún otro.
DICIEMBRE 19
“Él guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado”. Salmo 34:20.
Esta promesa por su
contexto se refiere al justo muy afligido: “Muchos son los males del justo; mas
de todos ellos lo librará Jehová”. Podrá sufrir heridas, pero no le pasará gran
daño, “ni uno de sus huesos será quebrantado”.
Esto es gran consuelo
para el hijo de Dios en la prueba y un consuelo que yo puedo aceptar; porque
hasta ahora no he sufrido ningún perjuicio por mis muchas aflicciones. No he
perdido ni fe, ni esperanza, ni amor. No; en vez de perder estos huesos de
carácter, he ganado fuerza y energía. Tengo más conocimiento, más experiencia,
más paciencia y más estabilidad de lo que tenía antes que vinieran las pruebas.
Ni aun mi gozo ha sido destruido. La enfermedad, el luto, el abatimiento, la
calumnia y la contradicción me han causado muchas contusiones; pero la
contusión ha sanado y no ha habido una fractura doble de hueso ni una fractura
sencilla. La razón no está lejos de buscar. Si confiamos en el Señor, Él guarda
todos nuestros huesos; y si Él los guarda, podemos estar seguros que ni uno de
ellos será quebrantado.
Corazón mío, no te
entristezcas. Estás resentido, pero los huesos no son quebrantados. Sufre
trabajos y desafía el temor.
martes, 18 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 18
“Como las aves que vuelan, así amparará Jehová de los ejércitos a
Jerusalén”. Isaías 31:5.
Con ala veloz el ave se
apresura para la protección de sus polluelos. No malgasta el tiempo en el
camino cuando viene a darles de comer o guardarles del peligro. De esta manera,
con alas de águila vendrá el Señor para defensa de sus escogidos; sí, volará
sobre las alas del viento.
Con ala extendida la
madre cubre sus pequeños en el nido. Los esconde interponiendo su propio
cuerpo. La gallina da su propio calor a sus pollos y hace de sus alas una casa,
en la cual moran contentos. Así el mismo Jehová se hace la protección de sus
escogidos. Él mismo es su refugio, su morada, su todo.
Como aves que vuelan y
como aves que protegen (porque la palabra significa lo mismo) así hará el Señor
con nosotros: y esto repetidamente y con éxito. Seremos amparados y guardados
de todo mal: el Señor que se compara a las aves, no será como ellas en su
debilidad, porque Él es Jehová de los ejércitos. El amor eterno será pronto
para amparar y seguro en su protección. Que esto sea nuestro consuelo. Las alas
de Dios son más prontas y más solícitas que las alas de un ave, y nosotros
confiaremos bajo su sombra desde ahora y para siempre.
lunes, 17 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 17
“Y así estaremos siempre con el Señor”. 1 Tesalonicenses 4:17.
Mientras que estamos aquí
el Señor está con nosotros, y cuando somos llamados allí estaremos con Él. El
santo no puede estar separado de su Salvador. Son una cosa, y siempre lo
tendrán que ser: Jesús no puede estar sin su propio pueblo, porque así sería
una cabeza sin cuerpo. Arrebatados en el aire, o descansando en el Paraíso, o
morando aquí, estamos siempre con Jesús; ¿y quién nos apartará de Él?
¡Qué gozo es esto!
Nuestro honor supremo, nuestro descanso, consuelo y delicia, son el estar con
el Señor. No podemos imaginar nada que pueda exceder ni igualar a esta compañía
divina. Por santa comunión tenemos que estar con Él en su humillación,
desprecio y trabajo, y entonces estaremos con Él en su gloria. Pronto estaremos
con Él en su descanso, en su soberanía, en su esperanza y en su manifestación.
Sucederá con nosotros como con Él, y triunfaremos como Él triunfa.
Oh, mi Señor, si yo tengo
que estar contigo para siempre, tengo un destino incomparable. No envidiaré ni
a un arcángel. Mi idea del cielo en su colmo, es estar siempre con el Señor. Ni
las arpas de oro, ni las coronas inmarcesibles, ni la luz sin nubes,
constituyen la gloria para mí; sino Jesús, Jesús mismo, y yo siempre con Él en
la más íntima y amada comunión.
domingo, 16 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 16
“Tú echarás al cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte”.
Josué 17:18.
Es un gran estímulo al
valor estar asegurado de la victoria, porque entonces el hombre sale a la
guerra con confianza, y es atrevido donde de otra manera tendría temor. Nuestra
lucha es contra el mal dentro de nosotros y alrededor de nosotros, y debiéramos
de estar persuadidos que podemos vencer, y que así lo haremos en el nombre del
Señor Jesús. No estamos para caer, sino para vencer; y venceremos. La gracia de
Dios en su omnipotencia está extendida para la destrucción del mal en todas sus
formas: de aquí viene la seguridad de la victoria.
Ciertos pecados nuestros
encuentran carros herrados en nuestro temperamento, en nuestras costumbres pasadas
y en nuestras ocupaciones. No obstante tenemos que vencerlos. Son muy fuertes,
y opuestos a ellos, somos muy débiles; pero en el nombre de Dios tenemos que
dominarlos, y así lo haremos. Si un pecado nos domina, no somos los siervos
libres del Señor. Aunque un hombre esté preso por solamente una cadena, es un
cautivo. No podemos ir al cielo con un pecado reinando en nosotros, porque se
ha dicho a los santos: “el pecado no se enseñoreará de vosotros”. Levántate, y
mata cada cananeo, y haz pedazos cada carro herrado. Jehová de los ejércitos es
con nosotros, ¿y quién podrá resistir su poder vencedor en contra del pecado?
sábado, 15 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 15
“Y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces: no alzará
espada gente contra gente, ni se ensayarán más para la guerra”. Isaías 2:4.
¡Oh, si estos tiempos
felices hubiesen llegado! Actualmente las naciones están armadas pesadamente y
están levantando armamentos más y más terribles, como si el fin principal del
hombre sólo pudiera alcanzarse por la destrucción de millares de sus
semejantes. No obstante, la paz prevalecerá un día; sí, y de tal manera que los
instrumentos de la destrucción serán transformados en objetos muy diferentes y
usados para mejores propósitos.
¿Cómo se efectuará esto?
¿Por el comercio? ¿Por la civilización? ¿Por el arbitraje? No lo creemos. La
experiencia pasada nos prohíbe tener confianza en medios tan inadecuados.
Solamente se establecerá la paz por el reino del Príncipe de Paz. Él tiene que
enseñar al pueblo por su Espíritu y renovar sus corazones por su gracia y
reinar sobre ellos por su poder supremo, y entonces cesarán de herir y matar.
El hombre es un monstruo
una vez que está ardiendo en ira, y sólo el Señor Jesús puede cambiar este león
en un cordero. Cambiando el corazón del hombre, sus pasiones sanguinarias son
así quitadas. Que cada lector de este libro ore especialmente hoy, al Señor y
Dador de la Paz, que Él pronto ponga fin a la guerra y establezca la concordia
en todo el mundo.
DICIEMBRE 14
“Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas
las cosas”. Apocalipsis 21:5.
¡Gloria sea dada a su
nombre! Todas las cosas necesitan renovación, porque están tristemente rotas y
gastadas por el pecado. Es tiempo que el vestido viejo sea arrollado y
desechado y que la creación se vista de su traje dominical. Pero ningún otro
puede hacer nuevas todas las cosas, sino el Señor que las hizo al principio;
porque se necesita tanto poder para hacer algo de lo malo, como para hacer algo
de la nada. El Señor Jesús ha emprendido la obra y Él es del todo competente
para ejecutarla. Él ya ha comenzado su obra, y por siglos ha perseverado en
hacer nuevos los corazones de los hombres y el orden de la sociedad. De aquí a
poco Él hará de nuevo la entera constitución del gobierno humano, y la
naturaleza humana será cambiada por la gracia; y vendrá un día cuando aun el
cuerpo será hecho de nuevo y resucitado a semejanza de su cuerpo glorioso.
¡Qué gozo el de
pertenecer a un reino en el cual todo está haciéndose nuevo por el poder de su
Rey! No estamos muriendo; estamos avanzando a una vida más gloriosa. No
obstante la oposición de los poderes del mal, nuestro glorioso Señor Jesús está
realizando su propósito y haciéndonos “nuevos” y haciendo “nuevas “ también las
cosas que nos rodean y tan llenas de hermosura como cuando en el principio
salieron de las manos del Señor.
jueves, 13 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 13
“Acontecerá que al tiempo de la tarde habrá luz”. Zacarías 14:7.
Esto es sorprendente;
porque todas las cosas indican que a la tarde será oscuro. Dios está
acostumbrado a obrar tan por encima de nuestros temores y tanto más allá de
nuestras esperanzas, que estamos grandemente maravillados e impulsados a adorar
su gracia soberana. No, no será con nosotros como profetizan nuestros
corazones: la oscuridad no se profundizará hasta llegar a ser como la noche,
sino que de repente se aclarará en día. No desmayemos nunca. En los tiempos
peores confiemos en el Señor, porque Él cambia la oscuridad de la sombra de la
muerte, en la claridad de la mañana. Cuando la tarea del ladrillo fue doblada
entonces apareció Moisés, y cuando abunda la tribulación estamos cerca de su
fin.
Esta promesa debe
ayudarnos a tener paciencia. Tal vez la luz no amanecerá del todo hasta que
nuestras esperanzas están del todo gastadas aguardando todo el día en vano.
Para el impío el sol se pone cuando aún es día; para el justo se levanta el sol
cuando es casi noche. ¿No podemos esperar con paciencia aquella luz divina que
podrá tardar en venir, pero que seguramente valdrá la pena haberla esperado?
Ven, alma mía, toma tu
parábola y canta a Aquel que te bendecirá en la vida y en la muerte de tal
manera que sobrepujará todo lo que la naturaleza ha visto aun en sus mejores
horas.
miércoles, 12 de diciembre de 2018
DICIEMBRE 12
“En quietud y en confianza será vuestra fortaleza”. Isaías 30:15.
Es siempre una debilidad
acongojarse y preocuparse, desconfiar y cavilar. ¿Qué adelantamos
consumiéndonos de ansiedad? ¿Qué conseguimos con dudar y enojarnos?
¿No nos incapacitamos así
para la acción y desconcertamos nuestro espíritu de modo que no podemos tomar
una decisión prudente? Nos hundimos con nuestros esfuerzos cuando pudiéramos
salir a flote por la fe.
¡Oh, si tuviésemos la
gracia de estar quietos! ¿Por qué corremos de casa en casa para repetir la
triste historia que nos aflige más y más el corazón cada vez que la contamos?
Aun cuando permanecemos en nuestras casa ¿por qué lloramos en agonía a causa de
presentimientos miserables que tal vez nunca se realizarán? Sería bueno detener
la lengua, pero sería aún mejor guardar el corazón tranquilo. ¡Oh, si
pudiésemos estar quietos y conocer que Jehová es Dios!
¡Oh, si tuviésemos la
gracia de tener confianza en Dios! El Santo de Israel tiene que defender y librar
a los suyos. No puede volverse atrás de sus solemnes declaraciones. Podemos
estar seguros de que cada palabra suya permanecerá aunque los montes se
moviesen. Él es digno de nuestra fe; y si mostrásemos confianza en Él, con la
quietud que esto nos traería podríamos ser tan felices como los espíritus
delante del trono.
Ven, alma mía, vuelve a
tu reposo y reclina tu cabeza sobre el seno del Señor Jesús.